En el chaco semiárido las herbáceas no pueden crecer
correctamente dando lugar al crecimiento de las leñosas que forman arbustales.
El crecimiento deficiente de estas herbáceas se debe a la ganadería vacuna y caprina,
la cual se encarga de pastorear en los bosques, lo que lleva a que las herbáceas
no crezcan y es gracias a esto que los bosques se llenaron de arbustos, en
algunos casos espinosos. Las especies herbáceas germinan, en parte gracias al
tracto digestivo del ganado, sin embargo las herbáceas están dando lugar a los
arbustos, lo que indica una baja receptividad de los campos con respecto a su
fertilidad y un sobrepastoreo del ganado.
La explotación forestal en esta área del chaco fue muy
invasiva y llevo a la extinción de muchas especies forestales, tales como el Quebracho
colorado santiagueño (Schinopsis lorentzii) del cual solo quedan sus tocones en el suelo,
otra especie explotada es el Algarrobo. Estos árboles no se renuevan, ya que el
ganado pastorea por esa zona, removiendo el mantillo de hojarasca, el cual le
permite la propia germinación a estos árboles, sin contar, además de que fue
tremendamente explotado como recurso, lo que favoreció en grandes cantidades a
la extinción del mismo.
La explotación creció cuando comenzaron a variar la selección de
ejemplares, es decir, al principio solo se seleccionaban los individuos de gran porte pero luego
comenzaron a seleccionar aquellos individuos jóvenes, lo que direccionó a la
explotación a aquel punto en el que se encuentra ahora. Esta selección variada
se debe a que las fábricas necesitaban mucho más material para su producción de
carbón y muebles.
Esta explotación del paisaje dio como resultado
que esta zona del chaco adquiriese una gran extensión de individuos leñosos
secundarios importante, tales como el algarrobo negro (Prosopis nigra), el blanco (P.
alba) y el itín (P. kuntzei) y
además se pueden encontrar acacias como el espinillo (Acacia Caven), el
garabato (A. praecox), la tusca (A. aroma) y otros pequeños arbustos del
género Capparis.
Las cactáceas son muy importantes para las formaciones secundarias
del Chaco semiárido y estas son 5:
-El quimil: (Opuntia quimilo)
cuyos tallos modificados semejan grandes hojas.
-El cardón: (Cereus coryne)
.El Ucle: (C. validus)
con fisonomía tipo candelabro.
-El vinal: (P. ruscifolia)
con espinas de hasta 30 cm.
-El chanar: (Geoffroea
decorticans) su corteza “deshoja” y deja a la vista su tronco verde.
Estas especies pueden alcanzar varios metros de altura y el quimil,
particularmente es muy utilizado debido a su fruto (la “tuna”) es muy buscado
por la fauna y sus espinas, ya que es usado como “cerco vivo” en los corrales
pequeños.
En el Chaco Árido y Serrano la explotación ganadera y la poca
cobertura de los suelos desencadenan en una importante erosión hídrica y
eólica, lo cual se convierte en uno de los principales factores de degradación del
ambiente y que se produzcan voladuras y carcavamientos en los suelos de algunas
zonas.
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