lunes, 26 de marzo de 2012

Explotación y degradación ambiental


En el chaco semiárido las herbáceas no pueden crecer correctamente dando lugar al crecimiento de las leñosas que forman arbustales. El crecimiento deficiente de estas herbáceas se debe a la ganadería vacuna y caprina, la cual se encarga de pastorear en los bosques, lo que lleva a que las herbáceas no crezcan y es gracias a esto que los bosques se llenaron de arbustos, en algunos casos espinosos. Las especies herbáceas germinan, en parte gracias al tracto digestivo del ganado, sin embargo las herbáceas están dando lugar a los arbustos, lo que indica una baja receptividad de los campos con respecto a su fertilidad y un sobrepastoreo del ganado.
La explotación forestal en esta área del chaco fue muy invasiva y llevo a la extinción de muchas especies forestales, tales como el Quebracho colorado santiagueño (Schinopsis lorentzii) del cual solo quedan sus tocones en el suelo, otra especie explotada es el Algarrobo. Estos árboles no se renuevan, ya que el ganado pastorea por esa zona, removiendo el mantillo de hojarasca, el cual le permite la propia germinación a estos árboles, sin contar, además de que fue tremendamente explotado como recurso, lo que favoreció en grandes cantidades a la extinción del mismo.
La explotación creció cuando comenzaron a variar la selección de ejemplares, es decir, al principio solo se seleccionaban los  individuos de gran porte pero luego comenzaron a seleccionar aquellos individuos jóvenes, lo que direccionó a la explotación a aquel punto en el que se encuentra ahora. Esta selección variada se debe a que las fábricas necesitaban mucho más material para su producción de carbón y muebles.
Esta explotación del paisaje dio como resultado que esta zona del chaco adquiriese una gran extensión de individuos leñosos secundarios importante, tales como el algarrobo negro (Prosopis nigra), el blanco (P. alba) y el itín (P. kuntzei) y además se pueden encontrar acacias como el espinillo (Acacia Caven), el garabato (A. praecox), la tusca (A. aroma) y otros pequeños arbustos del género Capparis.

Las cactáceas son muy importantes para las formaciones secundarias del Chaco semiárido y estas son 5:
-El quimil: (Opuntia quimilo) cuyos tallos modificados semejan grandes hojas.
-El cardón: (Cereus coryne)
.El Ucle: (C. validus) con fisonomía tipo candelabro.
-El vinal: (P. ruscifolia) con espinas de hasta 30 cm.
-El chanar: (Geoffroea decorticans) su corteza “deshoja” y deja a la vista su tronco verde.
Chañar: Flora del desierto Atacama
Estas especies pueden alcanzar varios metros de altura y el quimil, particularmente es muy utilizado debido a su fruto (la “tuna”) es muy buscado por la fauna y sus espinas, ya que es usado como “cerco vivo” en los corrales pequeños.
En el Chaco Árido y Serrano la explotación ganadera y la poca cobertura de los suelos desencadenan en una importante erosión hídrica y eólica, lo cual se convierte en uno de los principales factores de degradación del ambiente y que se produzcan voladuras y carcavamientos en los suelos de algunas zonas.

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